KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Last Heaven


Nota de RUKI: Se recomienda leer primero el fic's y luego escuchar el audio


Título: Last Heaven
Autora: Adari Amani
Couple: JaeMin
Extensión: OneShot
Género: Asesinato, Lemon, Lime

“Cuando yazca debajo de la tierra,
mis equivocaciones no le causarán ningún problema a tu pecho”
               El Lamento de Dido; Dido y Eneas

Aún estaba algo adormecido, pero el frío que sentía su cuerpo semidesnudo le hacía temblar de manera que no podía conciliar totalmente el sueño. Su cuerpo estaba entumecido del lado en el que se apoyaba, con sus manos todavía atadas detrás de la silla.
Abrió lentamente los ojos, en realidad no quería abrirlos, no quería ver la realidad en la que estaba inmerso, quería dormirse de nuevo para jamás despertar. Pero ya hacía un buen rato que estaba jugando al muerto, y su cuerpo entumecido le pedía a gritos intentar remediar la situación. Abrió sigilosamente los ojos, casi tímidamente y vio una puerta abierta delante de él desde la cual llegaba el sonido del piano.
Su expresión era cansada pero el brillo taciturno de sus ojos negros escondía algo: la tristeza. Una tan profunda que le agotaba y desganaba a tal punto que incluso si su cuerpo ardía en dolor por sus músculos atrofiados el no encontraba el deseo ni la fuerza para intentar moverse.
De repente la música dejo de sonar y él se quedo mirando fijamente la puerta.
El joven de cabellos castaños entro a la habitación y se le quedo mirando un instante desde la puerta antes de sentarse en una silla cerca de ahí.
_ ¿Qué haces Changmin?- le pregunto mirándole desde detrás de los cabellos negro que cubrían su rostro.
Changmin se levanto y le enderezo la silla para que pudiera estar sentado. Luego volvió a sentarse.
Su cuerpo se sintió un poco aliviado por descargar la presión. Luego de inspirar hondo le volvió a mirar.
_ ¿No vas a contestar?
_ No estas preguntando lo que quieres saber de verdad.
_ ¿Qué podría querer saber más que esto?
_ Lo que te preguntabas ayer. Parecía que se te iba la vida intentando averiguarlo.
Su expresión quedo helada, en ese instante no respiraba. En sus ojos profundos el dolor afloraba como queriendo tragarlo.
_ ¿Qué hiciste?- su voz se quebró.
Torció una sonrisa mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho.
_ ¡¿Qué hiciste?!- gritó abalanzándose hacia delante para alcanzarlo, pero solo logro caerse con la silla. Desde el suelo comenzó a retorcerse mientras las lágrimas afloraban como una tempestad- ¡Changmin! ¡Dime ¿Qué hiciste?! ¡¿Qué le has hecho?! ¡Contesta!
Saco del bolsillo algo que aventó junto a su cara. Él lo miro y vio el anillo manchado de rojo. Mordió sus labios y lloro silenciosamente.
_ Fue lo ultimo que vio, yo sabía que le quedaban unos segundos así que me senté a su lado a esperar. Ella estaba en silencio con la cara cubierta en lágrimas y sangre, pensé que estaba en estado catatónico por el dolor pero me di cuenta que miraba algo. Era su mano izquierda que deje a unos centímetros de ella a la altura de su cabeza. Ella miraba ese anillo que tenía puesto en el dedo. Supe que era algo que tú le habías dado, porque cuando la vi en el auto ella lo estaba mirando también, con una sonrisa tonta en el rostro…- se acomodó en la silla y miro hacia la ventana- Me molesto mucho esa sonrisa, creo que de no haberla visto en aquel momento no habría sido tanto lo que le hubiere hecho. Bastaba con alejarla de ti, pero me molestaba esa sonrisa y quería borrársela del rostro. Pensé que si sufría lo suficiente no volvería a sonreír nunca más, así que me esforcé en eso. Pero al final no lo logre- torció a mirarlo- ella sonrió sobre el final… estaba llorando, pero sonreía… Seguramente pensaba en ti y por eso sonreía, pero sabía que no volvería a verte por eso lloraba…
_ ¿Llamo mi nombre…?- preguntó con un hilo de voz.
_ Todo el tiempo…
Cerró sus ojos para contenerse, pero las lágrimas podían vencer a los párpados y derramarse sobre el suelo.
_ No tienes por qué ponerte así… Pronto habrá acabado para ti… Eres mi hyung y fuiste mi amigo… en honor a esa amistad te concederé un último deseo… Dime que ¿Qué deseas?
Jaejoong le miró por un instante y luego miro el anillo.
_ Pon ese anillo en mi dedo…
La expresión de Changmin se volvió severa, se abalanzó sobre al anillo, lo tomó y lo aventó por la ventana.
_ ¡No te burles de mí!- le dijo mientras le asestaba un patada en las costillas.
Jaejoong tosió en el suelo, Changmin tomo la silla y lo levanto con ella.
_ ¿Realmente no lo entiendes?- dijo inclinándose hacia el- ¿Cómo es que hallamos llegado a esta instancia y tu no sepas por qué?
_ ¿Lo has hecho por causa de ella?
_ No es lo que tú piensas…
Sostuvo su mentón con fuerza mientras se inclinaba hacia él cerrando la mandíbula con fuerza. En su mirada las lágrimas se agrupaban convirtiendo sus ojos en cristalinos manantiales. La casi sonrisa temblaba en su rostro mientras su corazón golpeaba con fuerza dentro de su pecho y el nudo de su garganta lo ahogaba lentamente.
Jaejoong le sostuvo la mirada con sus ojos cansados. Aquellos ojos negros no reflejaron ningún dolor, ningún arrepentimiento, ninguna culpa, ni siquiera el odio, mucho menos el amor. Solo estaba su propio reflejo inmerso en los ojos negros, ahogándose en ellos. Solo podía verse a sí mismo, su burda expresión contrariada entre la sonrisa apenas empezada en los labios y las lágrimas queriendo romper a mar.
Se vio en ellos, vio como lucía su rostro, vio como lucía él en ese momento y lo odio. El dolor ardió en aquella ira insensata que propicio un golpe en la aterciopelada piel de Jaejoong para conseguir apartar esos ojos de él. Busco un cuchillo sobre la mesa, aquel reflejo desaparecería cuando los espejos lo hagan. Así que lo empuño con fuerza y recogió por lo pelos la cabeza para encestar el golpe. Pero debajo de los mechones de cabello negro estaban sus ojos reflejándole de nuevo.
Dejo caer el cuchillo de sus manos mientras rompía a llorar cayendo de rodillas, apoyando su cabeza en su regazo.
_ ¿Por qué? ¿Por qué?- se preguntaba- ¿Cómo es que no puedo hacerlo?- las lagrimas fluían en un llanto desconsolado, rompían a mar en su misma desesperación- ¡¿Cómo es que puedes hacer esto?!- exclamó levantando su mirada a él, quien lo miraba inexpresivo sentado en una silla de madera con el torso desnudo y varios hilos de sangre bañándole el cuerpo- ¿No vas a decir nada?- preguntó agitado.
Se levanto y empezó a dar vueltas en la habitación, con el rostro húmedo por las lágrimas que todavía no se detenían.
_ Es porque siempre has sido así… que yo no logro estar en paz- le reclamo desde el medio de la habitación torciendo hacia él.
_ Dime ahora- finalmente dijo- ¿Qué has sentido?
_ ¿Qué he sentido?- replico- ¡¿Qué he sentido?!- exclamó- ¡¿No ves como me siento?! ¿Nunca has visto como me siento?
Jaejoong rehuyó la mirada dirigiéndola hacia la ventana que daba hacia el patio. Su rostro se ilumino con la luz blanca que por ahí entraba; mientras observaba el paisaje nevado de un lago en medio de las montañas.
_ ¡Mírame!- exigió mientras sacudía con fuerzas sus hombros dejándole marcas en su piel blanca- ¡Yo estoy aquí! ¡No estoy muerto! ¡¿Cómo puede ser que te de los mismo?! ¡Mírate!- de nuevo la conmoción apago su voz en llanto, cayo de rodillas sobre sus piernas y apoyo su cabeza en su regazo- mira lo que me has hecho hacerte…
Jaejoong lo miro de nuevo inexpresivo mientras sentía como las lágrimas le mojaban el pantalón con una calidez que pronto se esfumaba.
_ ¿Me dirás ahora lo que sientes…?
Sus convulsiones y su llanto se calmaron y mas serenado contestó mientras miraba a un punto perdido, aun apoyando su cabeza en su pierna.
_ La gravedad me abandonaba… cuando te veía- dijo con voz serena- si tu pudieras sostenerme, no me iría flotando a ningún lado… era como desfallecer, perdía las fuerzas poco a poco y esperaba expuesto a tu respuesta… como si me quedase desnudo parado en medio de la nada, una absurda tranquilidad que nacía de mis ansias, me decía que vendrías a cubrirme con tu piel… y entonces esperaba, espere largamente y tú nunca llegaste… empezaba a tener frío, a tener miedo, solo quería llorar… y lloraba largamente solo en los rincones… lloraba hasta desfallecer y me sentía mejor, me gustaba llorarte era mi manera de amarte… ¿Sabes? Cuando a veces desaparecía, estaba escondido llorando en un rincón, todos los días lo hacía. Odiaba que me interrumpieran, ese era mí momento, mi momento de amor… Cuanto te amaba- le dijo mirándole con lagrimas en los ojos, sonrió sutilmente y volvió a hundir la cabeza en su regazo- Te amaba tanto que me dolía mucho, era demasiado para mi joven corazón y por eso debía llorar mucho para liberarlo del ahogo en el que sumergías. Podía pasar toda mi vida así, anhelándote en el más absoluto silencio, saboreando cada instante en el que me mirabas, cuando me hablabas, cuando me sonreías, cuando decías que era tu amigo y me amabas… mordía mis labios para no gritarte que yo también te amaba ¡tanto que no cabía en mis palabras! Pero debía callar y verte esperar por una muestra de reciprocidad que no podía darte, porque sabía que no sentías lo mismo. No como yo lo sentía. Ese era mi dolor de todos los días y mi amarga alegría ¡ay, de mi amor agridulce por el que me perdí! Hyung… ¿Por qué? Dime- sostuvo su rostro con ambas manos, mirándole con ternura y dolor- por favor ¿dime por qué?- le suplicaba en lágrimas- ¡¿Por qué la amaste a ella?!- de repente pareció como si todo el dolor que guardaba se volcaba en un llanto inconsolable- ¡¿Por qué?! ¡Si yo te amaba más que nadie en este mundo!- se desmorono y quedó sentando frente a él en el suelo- ¿Cómo me pudiste hacer eso? ¿Cómo pudiste…?
Jaejoong le miro largamente pero su expresión no mostro cambio alguno.
_ ¿Sabes…?- murmuro mientras miraba hacia la nada- una vez soñé… soñé que estábamos juntos debajo de un árbol, tu sostenías mi cabeza en tu regazo y la acariciabas… me sentí tan feliz que desperté llorando… y llore más cuando me di cuenta que sólo lo soñaba… tu estabas compartiendo cuarto conmigo ¿recuerdas? Me preguntaste porque lloraba tanto y yo no podía contestar. Me abrazaste y te quedaste conmigo hasta que me dormí. He recordado esa sensación, la de tus brazos, todas las noches…
_ ¿Por qué no le dijiste a tu hyung lo que te pasaba Changmin? ¿Acaso no te dije que podías decirme cualquier cosa?- le pregunto.
_ ¿Y si me dejabas?- le miro largamente con expresión de dolor- ¿si ya no querías saber nada más de mí? Tenía miedo de perderte…
Agacho la mirada oscureciéndola en las tinieblas de su rostro.
_ ¿Ves? No he mentido… ni siquiera he podido hacerte daño… Quise, lastimarte, quise borrarte, quise hacerte sentir en la carne lo que ha sentido mi alma. Pero no puedo, no puedo… y vuelvo a preguntarme ¿Por qué no me amas?
Se levantó fue hasta él y abrió las esposas que ataban sus manos. Las cambio por un juego de grilletes que ataban sus manos por una cadena de cincuenta centímetros, la misma estaba prendida a otra cadena que conectaba con los grilletes de los pies también separados por una cadena de cincuenta centímetros.
_ Toca para mí…- le dijo.
Jaejoong le miró confundido.
_ Toca el piano que esta en la sala… toca para mí una sonata de amor… como si me amaras… toca para mí.
Jaejoong se levanto con dificultad por las heridas de su cuerpo, algunos cortes de navajas y varios golpes. Salió de ese cuarto que era como un depósito y fue hasta la sala de la cabaña donde encontró el piano contra la pared. Aquel pequeño esfuerzo de trasladarse le había robado sus fuerzas, se sentó con dificultad y comenzó a tocar entre gemidos por el dolor de sus heridas una sonata: Claro de luna de Beethoven.
Changmin se sentó en el sofá a solo unos pasos de él y le miro mientras tocaba, ahora más sereno.
La música angustiosa de la sonata se mezclo con los gemidos ahogados de Jaejoong por el dolor y los sollozos de Changmin que pronto lo embargaron de nuevo. La atmosfera se cargo del sonido de dolor y angustia que hechizaban sus mentes y las dirigían en espiral descendente.
Como un acto de pasión se envenenaba con el dolor y el odio, la angustia y el amor. El éxtasis que la música le provocaba se asfixiaba junto a su dolor. Changmin se hundía entre el éxtasis y la angustia, la sensación de placer y el más profundo dolor.
Súbitamente se levantó y fue hacia él y lo abrazo por la espalda con tal fuerza que hizo que Jaejoong soltase un gemido.
_ Hyung…- le susurro al oído con la respiración acelerada.
Jaejoong paró la música y se quedo inmóvil sintiendo como su respiración también se aceleraba.
_ En aquel momento- le dijo- te abracé con desesperación… no entendía tu dolor y solo quería apaciguarlo. Me desesperé al verte, al pensar que alguien podía hacerte daño, odie al mundo por hacerte llorar… ahora que lo sé, me odio a mi mismo… Mis brazos temblaron cuando te estreche con fuerza, queriendo retenerte a mi lado para siempre, queriendo guardarte dentro mío para que nadie más pudiera alcanzarte. Pero sentí culpa de aquel placer que me causaba tenerte en mis brazos, sentí culpa por sentirme de esa manera, mis sentimientos estaban equivocados, están equivocados, estamos equivocados… pero no quiero estar bien, no quiero estar en lo cierto si me gusta. Si me gusta estrecharte contra mi cuerpo y sentir tu respiración, tus palpitaciones ¡Ay, de mí cuando apasionadamente te abrace y me obligue a contenerme!- comenzó a hiperventilar mientras cerraba sus ojos apoyando su cabeza en la cabeza de Changmin que descansaba en su hombro- ¡El verte dormir y morder mis labios para que no te robaran un beso! ¡Un beso de tus labios húmedos, una caricia de tu cuerpo helado! Llenarte de mi calidez y arroparte en mis brazos ¡Todo eso estaba mal pero yo no quería estar bien!- exclamó.
Entonces Changmin lo beso apasionadamente, con tanto ardor que casi mordió sus labios rojos. Sus brazos lo envolvieron y lo hicieron caerse del banco al piso donde se monto sobre él para continuar besándole la boca, el rostro, el cuello… Saco las llaves de su bolsillo y le quito los grilletes. Jaejoong se irguió y le fue arrancando la ropa con la fuerza que le daba el éxtasis. Changmin se subió a él para continuar besándole su cuerpo, su rostro, sus miembros… pero Jaejoong lo aparto con fuerza.
_ Ve a la habitación- le dijo.
Changmin entre la confusión y el placer se levanto y fue hacia la habitación.
Jaejoong también se levanto, algo tambaleando por el dolor de su cuerpo paso su mano por sus labios y miro a su costado.
Changmin se sentó sobre la cama, Jaejoong llegó detrás de él desatando el cinturón de su pantalón.
_ Hyung…- murmuro con una sonrisa, todavía no creía lo que estaba sucediendo, pero no quiso detenerse  a pensarlo. Era el momento que había estado esperando y quería disfrutarlo. Pero había algo en la mirada de Jaejoong que lo inquietaba. Una mirada oscura sin un atisbo de ternura.
Con su pantalón desprendido fue hacia el agresivamente, lo empujo boca abajo en la cama y se subió sobre el.
Changmin soltó un gemido que intento ahogar mordiendo el acolchado blanco de la cama. El dolor que antes sentía su alma ahora se trasladaba a su cuerpo. Todas sus fibras temblaban en el placer y el dolor ¿si todo estaba mal desde un principio por qué ese momento iba a estar bien para él? La primera vez que lo tocaban de esa manera y el solo podía enmudecer en gemidos ahogados, mientras mordía el acolchado blanco. Pero eso estaba bien para él, porque detrás de todo eso escondía una sonrisa mientras los minutos pasaban y la luz blanca que entraba por la ventana encandilaba sus pupilas.
Su alma halada y herida, rasgada por la pasión en la cual sus cuerpos se trenzaron se adormecía en el vuelo de su esperanza desesperada. La mente no le respondía, se hundía bajo las aguas del naufragio, bajo la tempestad que derribo el barco donde viajaba su cordura. Derribando todas las barreras, hiriéndose mutuamente hasta llegar  a la absolución. Quemándose en las llamas de la pasión desenfrenada donde el alcanzo su felicidad.
Jaejoong se recostó sobre él, sujetando las manos de Changmin y estuvieron en silencio un momento mientras oían la respiración del otro, mientras sentían sus palpitaciones aceleradas, la piel que casi ardía.
El placer se había fundido con el dolor, y el amor con el odio. Todas las barreras se habían desmoronado y las distancias se habían desvanecido. Todos los opuestos se habían fundido en una ponzoñosa certeza de la que nadie sabía, de la que nadie entendía. Hundían sus mentes en la nada de sus pensamientos buscando luces en la oscuridad que cegaba sus ojos.
Todo lo que pudo ser, todo lo que era, mezclado cruelmente en la última parada hacia el infierno, en el último cielo donde ellos se encontraron para perderse para siempre.
_ ¿Estas bien?- le pregunto al oído.
_ Si…- susurro.
_ ¿Lo disfrutaste?
_ Si…
_ ¿Era esto lo que querías?
_ Hyung, yo te amo…
_ Entonces ¿Por qué me hiciste esto?
Lo miro confundido por la rendija del ojo.
_ Sí era esto lo que querías ¿Por qué la mataste? ¿Por qué me torturaste? ¿Por qué has hecho todo esto? Dime y no me mientas. No digas que fue por amor, dime la verdad.
Changmin quedo en silencio mientras miraba la nada.
Jaejoong se levanto y se subió el pantalón, Changmin hizo lo mismo e intento sentarse en la cama de costado.
_ ¿Qué dirás? Tienes que decirme algo- sus ojos se llenaron de lágrimas- he cuidado de ti por años, estuve para ti cada vez que lo necesitaste, deje muchas cosas de lado por ti ¿no era suficiente? Me has traído aquí y me has tratado como un perro, a mí, después de todo lo que hice por ti. Y si era así ¿Por qué tenías que matarla? Dime ¿Por qué la involucraste?- una lágrima surco su rostro.
_ Tú la involucraste- murmuro.
_ ¡No me digas esa mierda!- hizo una pausa para contenerse- Dime ahora porque has hecho esto ¡Dime la verdad! Fue por celos ¿verdad? Por eso la mataste… por eso me hiciste esto…
_ Te he dicho que te amo…
_ Si me amabas ¿Por qué me arruinaste la vida?
_ Para con esto…
_ Ya no queda ningún lugar para nosotros, todo se acabó para ambos…
_ Tú has querido que sea así…
Jaejoong se llevo la mano al rostro mientras esbozaba una expresión adolorida y las lágrimas fluían.
_ De todas las personas en el mundo, nunca imagine que fueras tú el que me fuera a hacer algo como esto… Yo hubiese dado mi vida por ti- le miro fijo- y tu solo has sabido responderme comportándote como una real mierda.
Changmin agacho la mirada y volvió a romper a llorar.
_ Jamás te lo perdonaré…
Le miro un instante y saco del bolsillo trasero de su pantalón la navaja que él había dejado en el sofá. Changmin le vio y trato de ir hacia la puerta pero Jaejoong se interpuso y la cerró. Caminaba con dificultad por lo que no podía moverse como antes.
_ Hyung…- susurro y al instante Jaejoong le clavo la navaja en el estomago.
Changmin puso su mano sobre la herida y vio la sangre.
_ Hyung…- susurro con una mano sobre la herida y con la otra extendida hacia él- muere conmigo…
_ Muere solo.
_ No… no quiero morir así…- dijo entre sollozos  mientras tambaleaba por la habitación- no se suponía que fuera así… tu ibas a morir y yo contigo… estaríamos juntos en la muerte…
_ Estarás solo.
_ ¡No!- exclamó derrumbándose sobre la cama.
Jaejoong lo acomodo sobre la cama que se cubría en gotas de sangre.
_ Quiero dormir- le decía mientras le miraba a Jaejoong sentado junto a él- para soñar que estamos debajo de ese árbol… para soñar que tu me amas y somos felices- entonces rompió a llorar amargamente mientras la sangre fluía llevándole su vida- ¿por qué? ¿Por qué me haces esto? Dime la verdad… ¿Es por ella?- le miro por un instante a los ojos inexpresivos de Jaejoong adivinando la respuesta y volvió a sollozar mientras iba perdiendo la conciencia.
_ No quiero morir así… - susurró débilmente hasta que la luz de sus ojos se apagaron derramando la última lágrima que surco su rostro.
Jaejoong le cerró los ojos con la mano y se le quedo mirando largamente. Luego fue hasta la cocina y tomo una botella de licor y un encendedor. Puso un pedazo de tela en el pico de la botella y le predio fuego. La llevo a la habitación y la hizo estallar en una pared de madera que rápidamente se envolvió en llamas. Él se sentó en un sillón en un rincón de la habitación mirando el cuerpo sin vida de Changmin. Y ahí se quedó mientras toda la habitación se envolvió en llamas, y luego toda la cabaña incinerando sus memorias.

FIN

Romance Fatal


Nota de RUKI: Se recomienda leer primero el fic's y luego escuchar el audio


Título: Romance Fatal
Autora: NekoOrenji
Couple: MinJae
Extensión: OneShot
Género: Asesinato
NA 1: ADVERTENCIA Violencia y muerte de personajes. Si no crees soportar leer un fanfic de este tipo, no lo leas. No me hago responsable de nada.


Primer Acto

- Mataría por ti... - dijo el más alto mirándo algún punto del espacio con los ojos algo vacíos, para luego sonreír y mirar a su novio lindamente. - De verdad lo haría.

JaeJoong no supo qué responder ante tal confesión, sólo abrió los ojos sorprendido para luego mirar un poco hacia un lado.

- Ah... ¡jajajaja! ¡Qu-qué cosas dices, Changmin! - trató de bajarle el perfil al asunto. Le había dado escalofríos pero lo tomó como un juego.

Changmin sólo se limitó a devolverle la sonrisa.

"En verdad... no sabes de lo que soy capaz."

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Llevaban poco más de dos meses de relación. Changmin y JaeJoong se habían conocido en la universidad, ambos estaban en su segundo año de Comunicaciones, carrera en la que también habían conocido a otros tres buenos amigos, Junsu, Yoochun y Yunho. Yunho y JaeJoong se conocían desde la escuela media, por lo que siempre se bromeaban o cosas por estilo.

Fue un día en el que Changmin comenzó a sentir celos de la cercanía de ambos.

De la nada, Changmin acorraló a Jae en uno de los baños de la universidad una vez estuvieron solos.

- ¿Qué es lo que quiere Yunho de ti, eh? ¿Cómo es eso de ir a pasar la noche a su casa?

- Changmin ah, estamos juntos en la exposición sobre los Teoremas de la comunicación, lo sabes. Y no fue cosa mía, la profesora nos asignó a los dos...

JaeJoong tragó saliva algo sorprendido de la actitud de su amante. Esos ojos que le habían cautivado ahora se entrecerraban, dudosos, como queriéndo ver más allá de lo que, para él, era la verdad absoluta.

- Esta bien - Changmin se alejó dos pasos de él. - Te estaré llamándo - dijo, mientras se volteaba hacia los lavabos.

- Espera, ¿qué? - JaeJoong veía el reflejo de su novio en el espejo mientras abría el grifo para lavarse las manos, mas no pudo ver sus ojos, sólo la seriedad en sus labios. - Oh vamos, Yunho y yo somos muy buenos amigos, no tienes por qué estar...

- ¿Celoso? - cerró el grifo para tomar un par de papeles tissue y secarse las manos, le sonrío mientras los botaba al cesto de la basura. - Yo no estoy celoso amor...

"Sólo protejo lo que es mío"

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Esa noche el timbre sonó en el departamento de Yunho, mucho antes de lo que él se esperaba. Tal vez JaeJoong había salido antes del trabajo, suerte para ellos, así podrían terminar temprano su exposición para luego jugar video juegos o ver películas. Abrió la puerta sonriente, aunque se encontró con otra sorpresa detrás de esa puerta.

- ¡Vaya! ¿Qué te trae por aquí? - El otro hombre, un poco más alto que él, entró sin saludar. Yunho se sorprendió un poco de la frialdad, se sintió algo incómodo y cerró la puerta. - Toma asiento, justo estaba preparándo algo para cenar.

El recién llegado se quedó parado en medio del living, dándole la espalda al mayor.

- No sé que te traerá por aquí pero como ves, JaeJoong no ha llegado todavía - Yunho se llevó una mano a la nuca, tratándo de calmar el nerviosismo que le producía el silencio del otro. - Changmin... sé que amas a JaeJoong, pero de verdad, no íbamos a...

- Silencio - replicó Changmin.

- ¿Eh?

- Silencio.

Yunho obedeció.

- ¿Sabes qué es lo que más odio de ti? - Changmin volteó un poco el rostro, sin llegar a verlo. Yunho agrandó los ojos lentamente, mientras su boca se abría un poco debido a lo que escuchó. - El hecho de que siempre tengas esa maldita alegría cuando estás con JaeJoong.

Yunho no alcanzó a replicar, ya que Changmin se había avalanzado encima de él con un bate que traía oculto en su abrigo, propinándole un fuerte golpe en la cabeza. El mayor cayó en el suelo, sintiéndo como todo daba vueltas y un fuerte dolor se apoderaba de él. Antes de que gritara Changmin comenzó a darle más y más golpes en la cabeza, como poseído. El bate comenzaba a ensangrentarse, la alfombra verde comenzaba a teñirse de rojo, pero Changmin no se detenía.

No fue hasta que se cansó que dejó de golpear tan duro a un Yunho ya sin vida. Lo movío con el pie hacia un lado, percatándose de que había logrado su cometido.

"Uno menos mi amor... uno menos..."

Lanzó el bate lejos, el abrigo era reversible así que se lo dió vuelta, comenzó a tirar cosas por toda la casa, libros, cuadros, lámparas, ollas, todo lo que encontró a su paso.  Una vez terminado con todo salió del departamento de Jung Yunho, convencido de que había quitado una gran molestia del camino.


Segundo acto


Un mes pasó desde el incidente de Yunho. La policía declaró que el joven Jung había sido víctima de un robo en casa habitada con resultado de muerte. Sólo el arma homicida fue encontrada en el lugar, pero ninguna huella que delatara al culpable. Las cámaras habían grabado al presunto autor, pero la máscarilla, la boina y el abrigo que llevaba no aportó suficiente evidencia como para culpar a alguien.

JaeJoong fue el más afectado de los cuatro, ya que él había descubierto el cadáver de su amigo. Los cuatro habían asistido a los funerales, y de todo esto habían pasado apenas cuatro semanas.

No resistió más en la clase, así que salió a refrescarse y despejarse un poco a los baños del tercer piso. Abrió la llave del grifo, apoyándo sus manos en los bordes del lavamanos, mirándo como el agua caía hasta que el sistema automático cerró la llave. Se sentía absolutamente abatido, solo, como si le hubiesen arrancado una parte de su vida.

- ¿Hyung...? - JaeJoong levantó la vista para luego voltear. Junsu estaba allí, mirándole preocupado. - Como saliste tan de prisa de la sala pensé que te sucedía algo así que vine a verte.

Apenas terminó su frase, JaeJoong abrazó al joven Kim, comenzándo a llorar quedito. Junsu sabía que él no era de llorar o emocionarse fácilmente, así que podía adivinar que él había estado aguantándo las lágrimas todo este tiempo. Luego de unos momentos tratándo de confortarle en silencio se separó para verle el rostro lloroso a su amigo.

- Hyung, tranquilo, tenemos que pensar cosas positivas, ¿sí? Estoy seguro de que Yunho no hubiese querido vernos tristes por él, hay que recordarlo como era siempre, ¿verdad? Alegre, divertido, buen bailarín y todo eso. Pero ya... no llores hyung que me parte el alma verte así...

Junsu también se secó las lágrimas que amenazaban con salir, sabía que no podía hacer mucho más que consolar a sus amigos, él mismo quería verlos sonreír siempre, a pesar de todo lo que ha ocurrido.

Una sombra que los observaba desde la entrada del baño de hombres ahora se alejaba por el silencioso pasillo de la facultad.

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Esa noche se habían juntado en casa de Yoochun para terminar un proyecto en que estaban trabajándo, llegó la hora de cada uno irse a sus respectivas casas, así que estaban esperándo un taxi afuera.

- Aish, creo que mejor me voy caminándo - dijo Junsu.

- Es un poco peligroso que te vayas solo a estas horas - replicó JaeJoong.

- De todos modos el viaje en taxi saldría más caro si voy con ustedes - sonrío Junsu. - Además queda más cerca mi casa que los departamentos de ustedes. Bueno, ¡nos vemos!

Con su mochila a cuestas comenzó a caminar.

- Aish, este Junsu... - JaeJoong miraba como su amigo se iba.

- Tranquilo amor, va a estar bien.

JaeJoong volteó hacia Changmin.

- ¿Me dijiste amor?

- ... Sí. ¿Algún problema con eso?

- No, ninguno... bueno, tal vez es porque estamos solos... - sonrío. - Son raras las veces que me llamas así.

Le regaló un pequeño beso justo antes de que un taxi llegara al paradero.

- Entonces, nos vemos mañana - se despidió JaeJoong mientras el taxi partía.

Changmin le despidió agitándo una mano. Apenas el taxi se alejó lo suficiente, comenzó a caminar en dirección a su casa.

Yoochun, quien desde la ventana de su habitación podía ver el lugar donde sus amigos se habían quedado aguardándo por locomoción, se percató de que Changmin iba en sentido contrario al acostumbrado. Entrecerró los ojos, no quería pensar nada malo. Se había percatado del cambio en Changmin desde que comenzó a salir con JaeJoong. Los celos, las miradas, la frialdad. Todo eso le llevaba a sospechar, pero cada vez más y más dudas llenaban su cabeza.

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- Aigoo~ no debí meterme en esta solitaria calle - se quejó Junsu.

En efecto, estaba en una calle de servicio en donde la mayoría de las casas y edificios daban la espalda, con poca iluminación y el silencio de una ciudad casi dormida a esas horas de la noche. Un ruido lo hizo saltar, recobró el aliento al ver que un gato le miraba desde un contenedor de basura. Suspiró.

- No me asustes pequeño...

Y siguió caminándo.

De pronto escuchó pasos detrás de si. Junsu sintió palidecer. Apresuró el paso un poco mientras tarareaba una canción cualquiera. Maldición, ¿siempre había sido así de larga esta calle? Las ansias y el hecho de sentirse perseguido le estaban desesperando, hasta que sea quien fuese que lo venía siguiendo le tocó el hombro. Junsu soltó un grito de pavor, girándose.

- ¡No me haga nada! ¡No traigo dinero encima! - se volteó con los ojos fuertemente cerrados. Al darse cuenta de que no le hacían nada, abrió un ojo y luego el otro. - A-aah... e-eras tú... jeje me diste un buen sus-

No pudo seguir con su frase, ya que el hombre más alto le había enterrado un cuchillo en el estómago. Abrió los ojos sorprendido, comenzándo a temblar. De nuevo, otra estocada. Y otra, y otra, y otra.

Cayó al suelo comenzándo a toser, aferrándose la parte herida, sentía sus lágrimas correr y el dolor en su abdomen. "¿Por qué...? ¿Por qué? ¿Qué hice para merecer este final? No quiero morir... no así... tengo miedo... alguien sálveme..."

De una patada lo dejaron a un lado, seguía quejándose de dolor, quería gritar pero no podía. Maldita la hora en el que decidió entrar en esa calle. Lo último que alcanzó a ver fue la silueta que ahora levantaba el cuchillo ensangrantado dispuesto a darle una última estocada. Cerró los ojos con fuerza, encoméndandose a Dios.

Y el cuchillo fue clavado directamente en su corazón.


Tercer acto


JaeJoong sentía que no podía resistir más.

Había pedido licencia por depresión y ahora se encontraba en su departamento junto a su gato Jiji y una de sus hermanas mayores. El hijo menor de la ex Miss Corea del Sur había sido asesinado una semana antes en una de las calles más peligrosas de Seúl.

Maldecía el hecho de no haber obligado a Junsu a quedarse con ellos.

Yoochun y él se mensajeaban, y Changmin le llamaba cada vez que podía. JaeJoong se preguntaba muchas veces el por qué de toda esta situación.

"¿Por qué ellos? ¿Por qué Yunho? ¿Por qué Junsu? Necesito una respuesta, por favor alguien que me dé una..."

Se la pasaba todo el día en pijamas, en su habitación. No quería ver a nadie. Había bajado un kilo estos días, había descuidado su aspecto físico, no quería comer, su hermana prácticamente lo obligaba. Pero él se sentía descompuesto.

Estaba viendo la televisión sin realmente prestarle mucha atención al programa de variedades cuando su teléfono sonó. Como estaba un poco más allá en el sofá, se estiró hasta alcanzarlo.

- Diga...

- Hey, JaeJoong.

- Hola Yoochun...

- Vaya, sí que estas de ánimos hoy... - se quejó Yoochun. - En fin, mi padre ha encontrado nuevas pistas sobre el caso del asesinato de Junsu.

JaeJoong se incorporó de un salto.

- ¿¡De verdad!?

- Sí, al parecer el asesino cometió varios errores esta vez.

- ¿Esta vez? ¿De qué hablas Yoochun?

Yoochun guardó silencio antes de soltar la verdad que él había estado sospechándo.

- El que asesinó a Junsu... fue el mismo que mató a Yunho.

JaeJoong sintió que le tiraban un balde de agua fría en la espalda.

- ¿Có... cómo?

- Verás... - Yoochun tomó aire. - Aunque la policía dijo que se trataba de un robo con resultado de muerte en una primera instancia, los resultados de la investigación de mi padre han dado a conocer que realmente el asesino hizo parecer que había sido un robo, pero nada se había perdido del departamento de Yunho. Dinero, sus anillos, hasta su laptop todo estaba intacto. El asesino no dejó huellas, pero las grabaciones del sistema de seguridad del edificio sí lograron captar al sospechoso. Sin embargo, debido al atuendo de éste, es difícil dar un retrato del maldito que asesinó a Yunho.

- Ajá... - JaeJoong prestaba atención a las palabras de Yoochun.

- Luego, al revisar la cinta de una cámara de seguridad de uno de los edificios cercanos al lugar en donde Junsu fue asesinado, nos percatamos que el tipo tenía los mismos rasgos físicos que el hombre que estuvo en el departamento de Yunho hace más de un mes atrás - Yoochun tragó saliva. - Mi padre cree que el asesino...

- ¿Sí? ¡Yoochun no te calles! Oh por favor, dime, ¿qué es lo que sospecha tu padre?

- Mi-mi padre cree que es alguien cercano a nosotros...

JaeJoong dejó caer el teléfono unos instantes para volver a colocarlo en su oído.

- Dime que es broma.

- No JaeJoong, no es broma. Al parecer alguien nos tiene la suficiente bronca como para querer matarnos... - Yoochun empuñó una mano. - Por favor, cuídate, no andes solo JaeJoong, hasta que no tengamos las pistas y pruebas suficientes para apuntar al culpable, hasta entonces cuídate las espaldas.

- Sí-sí, lo voy a hacer, me cuidaré... Llamaré a Changmin para-

- ¡No! - le cortó Yoochun. JaeJoong quedó extrañado ante la negativa del otro. - Mientras menos sepamos mejor. Yo mismo llamaré a Changmin para advertirle que se cuide. No quisiera... no quisiera que tú terminaras más deprimido de lo que ya estás...

- Esta bien... gracias Yoochun.

- No hay de qué. Para eso están los amigos - Yoochun sonrío. - Bueno, tengo que dejarte, el receso está por terminar.

- Ok. Nos vemos luego Yoochun. Y cuídate tú también, por favor...

- Yo siempre me cuido.

JaeJoong cortó el teléfono, y un motón de pensamientos se le vininieron a la mente. Ahora estaba más confundido que antes, no podía pensar en alguien que los odiara, ni siquiera en alguien de su universidad que les tenga tanto rencor acumulado.

Y con esos pensamientos, se quedó dormido en el sofá.

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Yoochun estaba más que seguro de su conclusión. Pero no quería decirle a su padre, ya que había revisado los antecedentes del caso secretamente. No podía llegar y decirle a su padre de sus sospechas, de seguro que no le tomaba en cuenta.

Pero él no se quiso dar por vencido. Estaba decidido a encarar al culpable. Sólo una prueba más y...

El teléfono de la casa comenzó a sonar, un fax estaba llegando. Yoochun se encontraba solo en su casa, sus padres habían salido a la cena anual del departamento de policía y su hermano menor estaba en casa de unos amigos. Eran los resultados de la autopsia que le habían practicado a Junsu, además de los resultados de las pruebas entregadas al forense. Dejó que el documento se descargara totalmente antes de tomarlo. Una vez finalizado el proceso, comenzó a ordenarlos para dejarlo en el escritorio de su padre, sin antes echarle una ojeada a los resultados.

Abrió los ojos muy sorprendido al leer que habían encontrado la ropa que había sido usada por el asesino envuelta en una bolsa plástica de supermercado. La ropa estaba cubierta de sangre y ya había sido analizada por el laboratorio. Además que un nuevo antecedente se había sumado a la investigación, un video grabado desde un departamento del momento del incidente.

Todas las pruebas apuntaban a un sospechoso, y Yoochun reconoció el nombre que arrojaba el resultado de ADN practicado a las ropas.

- No puede ser...

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No sabía por qué le habían citado en este lugar, y menos a estas horas. Estaba helando. Se frotó las manos tratando de acalorarse. Estaba en el depósito de desechos de autos que quedaba cerca del río Han.

- ¿Esperaste por mucho tiempo?

El más alto volteó hacia la voz.

- No sé para qué me has citado aquí, tengo que ir a ver a mi novio JaeJoong, deberías ser consciente de que él la esta pasando peor que nosotros dos con todo lo que ha sucedido - espetó Changmin.

- Sí, es una pena todo lo que ha sucedido, ¿verdad? El peso de la conciencia en la cabeza de esa mente enferma debe ser grande... o espera, tal vez como la mente enferma que es ni siquiera ha medido la consecuencia de sus actos - soltó Yoochun.

- ¿Y a mí qué me dices? ¿Acaso te las estás dando de detective, Park Yoochun? - se burló tranquilamente Changmin. - No estoy para juegos, hay un asesino suelto afuera y yo tengo que cuidar de JaeJoong, con permiso.

- Alto, que no he terminado de hablar - Changmin se detuvo, sosteniéndole la mirada a Yoochun. - No vas a ir a ningún lado.

Changmin se veía tranquilo. Sabía que el padre de Yoochun era el jefe de la división de detectives de la policía de Seúl y que llevaba el caso de Yunho y Junsu, si Yoochun le había citado en este lugar de seguro era para hablar de sus sospechas hacia...

No, eso no lo iba a permitir. Tenía todo preparado en el caso de que Yoochun decidiera abrir la boca, nada ni nadie iba a interferir entre él y JaeJoong. Estaba decidido a acabar con cada bastardo o zorra que se le interpusiera en el camino. Y Yoochun no iba a ser la excepción.

Sabía que Yoochun sospechaba de él.

Y por eso tenía que acabar con todo de una vez.

- Changmin, entrégate - Yoochun hacia todo lo posible para contener su rabia y no lanzarse encima del más alto para golpearlo. - Los resultados de las pistas han llegado hoy a la casa y de seguro también al departamento de policía. Pronto comenzarán a buscarte, será mejor que...

- ¿Qué? - Changmin sonrió de lado. - No me asustas con eso.

Yoochun pudo ver claramente como el rostro del más joven se transformaba con una sonrisa desquiciada y chueca, mientras abría los ojos de un modo bastante psicópata sacando un cuchillo de entre su abrigo.

- Nada ni nadie se va a interferir entre JaeJoong y yo... ¡a menos que quiera acabar muerto!

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- Aish... no sé para qué Yoochun me citó aquí... -se quejó JaeJoong en la entrada del viejo depósito de autos. Miró la hora en su reloj, las nueve con veintiocho minutos. Yoochun le había dicho que a las nueve y media lo buscara dentro del lugar, 'ni un minuto más, ni un minuto menos'.

Estaba esperando cuando un ruido metálico de cosas cayendo desvío su atención. Algo estaba ocurriendo dentro del depósito y lo ponía nervioso. Miró nuevamente la hora en su reloj. Las nueve y media. JaeJoong decidió entrar.

- ¡Changmin, despierta! ¡Yo no soy tu enemigo! - Yoochun trataba de esquivar como podía los ataques de Changmin, pero ya tenía un brazo sangrando.

- Todos ustedes malditos, lo único que quieren es alejarme de mi Joongie, bastardos, vas a morir, sí, vas a morir, justo como Yunho, hubieras visto su rostro desfigurado, el maldito ya no volverá a sonreír, Junsu tampoco, su molesta risa ya no se escuchará nunca más, ¡nunca!

Yoochun corrió alejándose de Changmin, quien había comenzado a reír desquiciadamente.

- ¡Corre, corre tan rápido como puedas! ¡No me podrás alcanzar! ¡HAHAHAHAHAHA...! Soy el hombre de jengibre...

Yoochun se ocultó detrás de unos autos, tomándose el brazo herido aguantando el dolor. Con su mano sana tomó su celular para llamar a la policía. Se odiaba a sí mismo por haberse dejado llevar por su impulso de idiotez. Alcanzó a decir su ubicación antes de que el ruido de unos pies acercándose le hiciera temer por su vida, comenzando a temblar. Su teléfono cayó al suelo cuando divisó la figura de Changmin cerca de él.

Sus ojos sin brillo, la sonrisa torcida y el cuchillo que tenía algo de su sangre le hicieron saber que iban a ser sus últimos minutos con vida.

- Changmin por favor... por favor recapacita... ¿crees que JaeJoong te amará más una vez sepa lo que has hecho?

Pero Changmin no lo escuchaba. Se acercaba más y más a él, que estaba prácticamente arrinconado. Cuando Changmin se agachó delante de él sintió el poder de su turbia mirada, comenzó a temblar más cuando la boca de Changmin le susurró al oído.

- Te encontré...

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JaeJoong pudo escuchar claramente un grito provenir de uno de los montículos de chatarra, e inmediatamente reconoció la voz. Rápidamente comenzó a correr en esa dirección, deseaba por dentro que su imaginación le hubiera jugado una mala pasada.

- ¿Yoochun? ¡Yoochun ah! ¡Yoochu-!

Y el peor de sus miedos estaba presentándose frente a él.

Sentado en el suelo, en medio de un charco de sangre, con el cuello cortado y la mirada perdida, el cuerpo de Park Yoochun yacía sin vida apoyado en un viejo auto desmantelado. JaeJoong sintió desfallecer, cayó de rodillas ante la aberrante realidad que le era presentada a sus ojos.

- No... Yoochun ah... no... no... ¡NOOO!

Las lágrimas comenzaron a caer, sintió su estómago revuelto por lo que empezó a hacer arcadas, aovillándose en el suelo. Las imágenes del rostro desfigurado de Yunho y ahora el cuello cercenado de Yoochun comenzaban a atormentar su cabeza. Lanzó un grito desgarrador negándose ante tal escena digna de una película de psicópatas.

Con la vista nublada se percató de que alguien caminaba hacia él, se asustó de inmediato, arrastrándose y suplicando por su vida. Cuando sintió que su cuerpo chocaba contra varias ruedas apiladas se aferró de sus piernas, aovillándose, pidiendo que no le mataran.

- JaeJoong... soy yo, Changmin... - notó la serenidad en la voz de su novio, por lo que levantó la vista, reconociéndole.

- Cha-Chang-Changmin ah... Oh por Dios Changmin, pe-pensé que era el asesino... Changmin, Changmin tenemos que huir, el asesino está aquí, acaba de matar a Yoochun, tenemos que llamar a la policía. Vámonos por favor... - rompió en llanto de nuevo, aferrándose a él.

De pronto sintió humedad en el sweater negro de Changmin, y al ver su mano ensangrentada abrió los ojos asustado.

- Cha... Chang... min... ¿qué-qué es...?

- Tranquilo amor... ahora nada ni nadie nos va a separar...

- ¿Qué?...

Sintió palidecer, y que todo daba vueltas.

Changmin, su Changmin...

... era el asesino.

- ¡NOOO! ¡Changmin! ¡DIME QUE ES UNA BROMA! Por favor ya basta no, no puedo más ya basta por favor, por favor no no no no...

Asustado como un conejo comenzó a temblar, aovillándose, con los ojos cerrados fuertemente, sentía que de un momento a otro iba a perder la razón.

Changmin sonrió dulcemente, acercando su mano al rostro tembloroso de JaeJoong.

- Tranquilo... shhh... no pasa nada... no te voy a hacer nada... sólo... - sacó el cuchillo ensangrentado que tenía oculto en la manga de su sweater. - Sólo... vamos a compartir la vida eterna amor, para siempre... juntos tú y yo... - su dulce sonrisa se transformó en una sonrisa psicópata y torcida. - Para siempre...

Levantó la vista para ver que su desquiciada pareja tenía el cuchillo en alto dispuesto a matarlo.

Cerró los ojos fuertemente, y el sonido de un disparo fue lo último que escuchó antes de perder la consciencia.


Acto Final


Casi un año había pasado desde el incidente en el viejo depósito de chatarra automotriz.

JaeJoong había tenido que ser internado en el hospital psiquiátrico de la ciudad debido a los fantasmas que le atormentaban, siendo sometido a los más estrictos tratamientos para controlar la paranoia de la cual fue preso una vez despertó en el hospital.

El disparo recibido por Changmin no le costó la vida, pero una vez fue encarcelado amaneció ahorcado en su celda, y con la sangre de sus muñecas cortadas escribió "JaeJoong por siempre te amaré".

¿Hasta dónde pueden llegar los celos retorcidos e infundados de la mente de un joven con rasgos paranoides?

Tres vidas fueron arrancadas de este mundo debido al descontrol en los impulsos posesivos del joven Shim Changmin, sólo uno sobrevivió...

Y tiene suerte de estar vivo.

-------------------- FIN

NA 2: Gracias por leer hasta el final. Los sucesos fueron muy rápido para mi gusto, me hubiese gustado hacerlo más largo, como un threeshot, pero al ser para un concurso tuve que resumir lo más que pude.